Imaginemos volver al pasado, al día de nuestro comienzo de formación donde nuestra mochila aún estaba vacía de conocimientos pero cargada de ilusión y ganas de aprender. Sería curioso estar sentado al lado de nosotros mismos a principio de curso sabiendo todo lo que vamos a aprender, incluso el alumno del pasado podría servir de ayuda al del futuro ya que uno aportaría las experiencias ya vividas y el otro aportaría las ganas y la ilusión que hacen falta a final de curso.
A lo largo del curso me he cargado de conocimientos sobre como ser un buen técnico deportivo, aprendiendo de los profesores y de mis compañeros, seguramente cuando empecé no me imaginaba a donde iba a llegar ni todos los conocimientos que podía llegar a adquirir. A día de hoy miro para atrás y se que he recorrido un largo camino pero que aún me queda otro tanto para llegar a ser un buen técnico deportivo.
Seguramente a mi yo del pasado le diría que el curso en momentos es duro, pero que merece la pena porque aprendes a encontrarle solución a cada problema que se te presenta, que a lo largo del curso habrá charlas con un alto nivel de contenido que podremos aprovechar en el futuro como es el caso de la charla de Roberto (exfutbolista profesional). También le diría que aprenda y aproveche toda la sabiduría y experiencia de los profesores, que disfrute cada práctica con sus compañeros, que vaya todos los días a clase con entusiasmo por aprender más del deporte ya que todos estamos aquí por eso, por la pasión por el deporte.
Pero sobre todo lo que le diría sería que cada hora de formación cuenta ya que cada hora se va ver reflejada en su futuro como técnico deportivo. Y que como dijo Roberto, cada vez que lleguemos a casa con la mochila cargada de conocimientos de cada uno de nuestros compañeros y profesores, saquemos todo para repasar y aprender ya que para eso estamos aquí. No sería conveniente decirle las cosas malas, como que va perder horas de formación por estar malo o que algunos compañeros se irán a mitad del curso ya que lo único que haría sería restarle ilusión y son cosas que se tienen que gestionar en el momento que ocurre.
La verdad que sería gracioso estar sentado frente a frente con mi yo del pasado porque aunque si que le informaría de todo lo que le va a pasar durante el curso tampoco quiero que cambie nada de lo que hice, porque se que todo lo que hice durante este curso fue con una razón y un objetivo claro, tanto lo bueno como lo malo. Mi yo del pasado debe saber que durante el curso muchas cosas saldrán mal, pero que eso no es fracasar sino que es un escalón más hacia éxito del curso.
Volver al pasado no siempre es bueno ya que podemos rememorar acontecimientos desagradables, pero en este caso una vuelta al pasado con ese alumno del primer día nos puede ayudar en nuestro momento actual, a darnos cuenta de nuestra progresión tanto personal como profesional y académica, a valorar todos los conocimientos adquiridos y esas personas que hemos conocido durante la formación pero sobre todo a valorarnos a nosotros mismos tanto como personas como profesionales, por eso muchas veces dar un paso hacia el pasado nos hace dar dos pasos cara el futuro.
" Los momentos del pasado no permanecen quietos, se transforman en lo que queremos" Marcel Trasm